10.28.2011

I

Mi recuerdo dice otoño, recuerdo estar jugando con Suki, nuestro Huski que parecía más lobo mexicano que perro de nieve, estábamos en la terraza que daba al bosque cuando lo vimos en el barandal. Un majestuozo perico, muy colorido y valiente ya que la presencia de Suki le era indiferente.

Durante algunas semanas se convirtió en otro miembro de la familia, todos los días lo buscamos en el mismo barandal, donde nos tocó conocerlo. Ahí tomaba galletas y semillas de nuestras manos para después deleitarnos con su vuelo entre los árboles y rayos de luz que se filtraban entre hojas y ramas.

Al término de esa semana, voló y yo tendría unos 4 años.

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