4.06.2010

Buen día

Hoy es un buen día, magnífico en realidad, algo tiene de fantástico y ordinario: sólo cambia una decisión, una mentalidad, una actitud. Le sonrío al amanecer que tiñe con cuidado la ciudad que apenas despierta, mostrando suavemente el contraste de hojas rosas, copas frondosas, edificios altos y casas antiguas.

La luz respeta la somnolencia y me deja levantarme sin lastimarme. Me permite disfrutar como mis sentidos se despiden de Morfeo uno por uno, sin prisa pero sin pausa. Mi piel se maravilla de la textura del agua que corre entre mis dedos, cara, cuello y espalda.

El tráfico no me molesta, no lo veo, es como si la ciudad fuera para mi. El amigo Sol me llena de energía mientras la casualidad de la suerte me regala pura luz verde. No hay sonido ageno al viento, sólo su espíritu me platica durante el sendero. El planeta observa mientras avanzo con calma entre las nubes de un cielo hermoso.

Entre pensamientos se dibujan recuerdos, entre recuerdos se difuminan sensaciones y entre sensaciones entiendo que estoy vivo. Tiene sentido comunicarme con personas que no van en el camino sino conmigo. Es algo mágico como nos añoramos desde la infinita cercanía de nuestras almas.

Suena una vez más el despertador. Hoy es un buen día.