2.25.2012

Comme le Soleil

En el rumor de una tarde temprana en que sus nubes se dispersan de tal manera que no distingues dónde empiezan y dónde terminan los confines del cielo y las caricias del agua que las componen, se despliegan sentimientos en una tinta que no puedes tocar pero que permanece tangible por el resto de la ilusión del tiempo. Es una carta que trasciende los cuerpos que pudieran ser involucrados en este intercambio de sentires, lleva consigo un momento de nostalgia de lo que es y no de lo que fué.

Se viste de recuerdos y razones que explican de manera compleja una pregunta que jamás se preguntó, pero siempre se tenía la incertidumbre de su respuesta. En este remolino cotidiano se manifiestan verdades magníficas a las cuales los versos no pueden mas que evocar su incomparable fineza y entendimiento con el universo.

Me gustas, más que a la idea de ti; te quiero, más que a la idea de nosotros; te amo. Entiendo mi felicidad más allá de las fugaces y estrepitosas realidades de soledad compartida. Disfruto el roce de tu piel bajo mis dedos, sentir como tu piel suaviza el paso de la tierra en mis manos. Admiro la interminable fuente de respeto por el mundo entero, incluso, antes de ti. Me identifico con la musicalidad con la vives tu vida y acompañas la realidad de ritmos que juegan su papel de manera sutil. Observo extasiado tu placer por ti misma, que evade al ego y se mantiene humilde de una manera que escapa mi entendimiento personal; esa manera de darle importancia a las cosas que quizá para nadie más importa. La manera de portar esa elegancia femenina y robar de la vida una sonrisa, me parece exquisita.

La simplicidad y el humor dan un sentido hilarante de ver la vida, el impecable sentimiento de complicidad se asoma a cada instante. La vida se nos va entre sueño y sorpresas que nacieron de un capricho de chocolate. Soy feliz y aunque no eres responsable, eres parte. Sonrío al recuerdo de una playa vestida con Sol anaranjado, nubes bondadosas y aves silenciosas, reflejos amarillos en un espejo de agua que sale del mar. Ese recuerdo de una vida entera vivida en un instante efímero, con la Luna de testigo y las estrellas que se estremecen.