10.26.2010

Fantastique

Nos echamos un clavado al cielo, nadamos entre las nubes y aguantamos la respiración en el aire. Es un acuario de sentidos exitados y pieles al Sol, ese tributo a la vida através del vivirla en el presente. La adrenalina es ya un decreto en esta aventura de caricias y mordidas discretas, esa respiración al ritmo del viento y al compás de la Luna. Nos tomamos de la mano y flotamos, eso que sentimos en las entrañas y mantiene vivo el momento eterno.

De los rayos de luz hacemos nuestra cama y del sonido eterno del mundo nuestra música. La melodía adquiere forma en nuestros cuerpos y estos se fusionan de manera natural. Esa interacción nos deja sin aliento, nos llena del deseo, nos contagia esa alegría mortal que no perdona la duda y premia el valor de arriesgarse.

Descendemos a terrenos conocidos y aburridos, le inyectamos color y sentido a la rutina...