10.04.2008

Reflejo

La intoxicación severa de sonoros contextos visuales dentro de una noche llena de luz, Tú tan cálida y sexy y yo que no puedo dejar de ver tu piel. La intoxicación ahora es compartida, ya no nos ven, ya no nos sienten, ya solo somos.

La pasión nos lleva a cambiar de sitio, tu casa no es tuya y la mía nos roba los minutos que tenemos. Pareciera una broma y al dar la vuelta encontramos un motel, nos gusta, nos llama o eso creemos... Nos recibe un hombresillo que nos da la llave sin cruzar palabra y nos despide con una sonrisa pálida. Esa maldita sonrisa.

Abrimos la puerta del 5, nos reimos del espejo en el techo y tapamos todo lo que podía ser cámara u ojos ajenos. Se cierra la puerta de repente y todo cambia, no solo nos transformamos en fieras nosotros, algo más cambia. El cuarto está completamente iluminado pero pareciera que nos alumbra una vela en un bosque, como si nosotros fueramos vistos y no pudieramos ver nada.

No decimos nada al respecto, pero podemos sentir como el libido de ambos se marchita. Nos engañamos y rozamos las pieles. Pero algo sigue mal, brinco de la cama en un impulso ajeno y corro a la puerta: está cerrada. De reojo por el espejo veo que María sigue en la cama asustada, mientras mi rostro incoloro no encuentra las ventanas... Estamos atrapados.

Volteo una vez más al espejo, pero María ya parece tranquila, me volteo a la cama y no está. La risa viene del espejo en el techo, donde María está pero yo no. No sé que hacer, mi voz a muerto y siento que yo también. María está atrapada en el espejo, contenta y sola. Yo me muero en una habitación sin salida, buscando.

Trato de romper los espejos, solo trato. A María tengo un rato que no la veo, pero la oigo llorar, como si cada golpe al espejo hubiera golpeado su alma. Me siento fatal. Me tiro a la cama y trato de olvidar, la fatiga evoluciona en sueño pero tengo miedo de morir. Siento que alguien se acuesta conmigo y busco temeroso su mano, no me atrevo a voltear. En el espejo María agarra mi mano, en la cama estoy solo.

Ella cierra los ojos y yo me dejo morir...